Wednesday, April 02, 2008

HISTORIA DE LA TEOLOGÍA OCCIDENTAL


Es importante tener en cuenta algunos aspectos del desarrollo de la teología aun cuando este curso introductorio no es en sí mismo un curso de historia. La razón principal es considerar el impacto que la tradición ha tenido en la herencia de muchas iglesias y denominaciones evangélicas.

En un sentido puede decirse que la historia de la teología es la historia de los énfasis que los teólogos han dado a diversos aspectos de la verdad cristiana a lo largo de los siglos. Por otro lado también podemos afirmar que la historia de la teología es la historia de cómo ciertos movimientos culturales han influido en la fe cristiana. Recordemos brevemente cual fue el contexto en el que nació el evangelio. La Biblia nos sitúa en el tiempo de Augusto César y de Poncio Pilato. En el libro de los Hechos hay mucha información sobre Roma. La Iglesia Cristiana surgió durante la época del Imperio Romano, el cual fue caracterizado culturalmente por lo que denominamos el mundo helénico, termino que alude a la cultura grecolatina o también conocida como cultura clásica. Hubo muchas corrientes filosóficas en aquel tiempo tales como el Platonismo, el Estoicismo, el Epicureismo y muchos cultos de influencia mística. El apóstol Pablo trato de adaptar el evangelio a estos grupos como lo muestran los libros de Hechos y las cartas a los Corintios y a los Colosenses (Hechos 17:16-32; Colosenses 1:15-20; 2 Corintios 4:18-5:2), pero siempre mantuvo el elemento critico del evangelio en relación con la “sabiduría humana” (1 Corintios 1:18-23).

Sin embargo, después de la Edad Apostólica los cristianos se vieron obligados a defender el evangelio ante el ataque de los filosos paganos. Algunos teólogos como Tertuliano, rechazaron la idea de un acercamiento a la cultura clásica de Grecia y Roma; otros como Justino Mártir, Clemente de Alejandría y Orígenes siguieron el ejemplo de San Pablo de ingresar con el evangelio al contexto de la época. Desafortunadamente, en su intento de responder a las críticas, introdujeron a la teología cristiana los conceptos filosóficos y las categorías culturales de su tiempo. Esta tendencia continuó por mucho tiempo hasta llegar a San Agustín y al fin del Imperio Romano de Occidente.

La filosofía que más influencio en la teología en esta época fue la de Platón: Esta penetración filosófica tuvo varias consecuencias. Primera, la teología comenzó a ser interpretada por medio de un sistema metafísico, lo cual es ajeno al pensamiento bíblico pues la Escritura no expresa ningún tipo de sistema filosófico como base. Segunda, la influencia de un sistema idealista. El Platonismo considera que la realidad fundamental no se encuentra en las cosas que vemos en la tierra sino en las “ideas” que se encuentran solamente en el cielo. Los seres humaos, aquí en el mundo solamente podemos apreciar las sombras imperfectas de estas ideas. Como resultado de esta distinción entre la dimensión física y la espiritual se estableció un dualismo implícito entre el cuerpo y el alma del ser humano. Los escritores bíblicos lucharon contra el gnosticismo del primer siglo que promovía una distinción semejante a la del platonismo. En el siglo III el filosofo Plotino reintrodujo el sistema de Platón y este tuvo un gran impacto en algunos de los teólogos más importantes de este periodo como Orígenes y Agustín. Este dialogo con la filosofía ayudo a los teólogos a comunicarse con el mundo grecolatino. Sin embargo, las ideas paganas, tanto como las estructuras de los sistemas filosóficos ejercieron tanta influencia sobre la teología que esta se torno más filosófica que bíblica.

El desarrollo más significativo de la Iglesia Antigua fue, tal vez, la definición básica de las doctrinas claves: la divinidad de Cristo y la Trinidad (Nicea 325 a.C.; Constantinopla 381 d.C.; Efeso 431 d.C.; y Calcedonia 451 d.C.). En esta época, el Cristianismo se convirtió en la religión oficial del Imperio Romano, principalmente por razones políticas. A pesar de ello, los concilios mencionados nos han legado la base de la teología cristiana y un resumen de la enseñanza bíblica sobre Dios el Padre, Cristo el Hijo y el Espíritu Santo.

Durante los siglos subsiguientes a la caída del Imperio Romano, la iglesia cristiana entro en decadencia. Los Musulmanes conquistaron mucho territorio del lado oriental del imperio, el cual había sido cristiano hasta entonces. Por otro lado, el cristianismo de occidente también comenzó a declinar. En el siglo XI se produce un renacimiento de la teología con Anselmo de Canterbury. La obra de Anselmo revela la influencia de los grandes teólogos hacia el final del Imperio Romano. Utilizando la filosofía platónica, Anselmo formulo su famosa “prueba de la existencia de Dios”. La “prueba ontológica” como fue conocida la argumentación de Anselmo impacto a los filósofos y teólogos hasta la época de Descartes (siglo XVII). La preocupación por estos temas nos permiten apreciar la importancia que la teología de aquel entonces le dio a la filosofía occidental. La Biblia no expresa ninguna prueba formal acerca de la existencia de Dios, dado que la existencia es un presupuesto que no necesita demostrarse. El interés teológico en estos asuntos muestra la dependencia de estos hacia la filosofía.

En el siglo XIII, Tomas de Aquino, uno de los teólogos más importantes de toda la historia cristiana escribió su gran obra “Summa Teológica”. Esta obra es un compendio de todas las doctrinas básicas de la fe cristiana. La obra de Aquino tiene muestras de la influencia platónica de su autor, pero principalmente expresa mucha influencia de Aristóteles, el cual había sido redescubierto en Europa durante el siglo anterior a través de los escritos del filósofo árabe Averroes. La teología de Aquino ha sido la base de la teología católico-romana hasta el siglo XX.

El sistema tomista (de Aquino) permaneció como la filosofía de cabecera de todo teólogo occidental hasta el siglo XVI. No obstante, esta teología tuvo también sus críticos. Los teólogos ingleses John Duns Scotus y William de Occam cuestionaron la teología tomista por su excesiva orientación filosófica. A pesar de todo esto, la teología de Tomas de Aquino se convirtió en la teología oficial de la Iglesia Católica. Durante el siglo XVI se levantaron criticas mas duras que durante la Edad Media.

Fue el sacerdote agustino Martín Lutero quien lanzo una protesta contra toda la Iglesia Católica de Roma, la cual incluía una critica a su teología. Lutero afirmaba que la Biblia era la autoridad básica de todo creyente, en lugar de la Iglesia y el Papa como lo estipulaba Roma. Asimismo, Lutero rechazo el sistema sacerdotal de la iglesia medieval y enfatizo la doctrina bíblica que afirma el sacerdocio universal del creyente. También insistió que la iglesia de Roma enseñaba un sistema de salvación por obras. En sus comentarios sobre los libros e Romanos y Galatas, Lutero proclamo la salvación solamente por la fe en Jesucristo sin la necesidad de realizar buenas obras.

Pero Lutero no fue el único; le siguieron otros: Zuinglio y Bullinger en Suiza; Melanchton, el cual trabajo con Lutero, en Alemania; y Juan Calvino en Ginebra. Aun cuando Lutero inicio la reforma protestante, fue Calvino quien dio forma al movimiento que esparció la reforma por los demás países de Europa, Gran Bretaña y finalmente Norteamérica. Todos estos reformadores fueron excomulgados por la Iglesia Católica. La época que siguió a la reforma se caracterizo por la polémica, la guerra y la persecución entre protestantes y católicos. Incluso los mismos protestantes pelearon entre ellos.

Alemania y Suiza fueron testigos del origen de otro movimiento reformador; este se llamo la Reforma Radical. Este movimiento estuvo dirigido por Menno Simons y Tomas Muntzer, y tuvo como objetivo el realizar una reforma mas profunda que la realizada por Lutero. El énfasis estuvo en las enseñanzas apocalípticas de la Biblia.

Durante la primera parte del siglo XVII la situación en Europa era caótica debido a las controversias, algunas de ellas muy sangrientas, entre los grupos reformadores y la Iglesia Católica. Los seguidores de Lutero y Calvino buscaban un apoyo teórico para defender sus posturas: Irónicamente lo encontraron en la filosofía de Aristóteles, la misma que Lutero había rechazado en la teología de Santo Tomas. La teología, aun las confesiones del siglo XVII muestran una preocupación por la teología sistematizada en una forma estática que no se encuentra en los escritos de Lutero, Calvino y Zuinglio.

Con la ubicación de Aristóteles en la teología protestante, la fuerza de dicha teología dependía mucho de la recepción del aristotelismo en el mundo occidental. La influencia aristotélica continuó hasta el siglo XVIII. Los católicos y los protestantes debatieron sobre la misma base metodológica; sin embargo, con el surgimiento del método científico y de nuevas escuelas de filosofía, la importancia de Aristóteles comenzó a disminuir. Esta época tuvo como nombre “El Iluminismo” y represento una tendencia más secular en la vida europea. Muchos abandonaron su creencia en los milagros y, en general, en todo lo sobrenatural. Los argumentos de Aristóteles dejaron de convencer. El acontecimiento crucial en este proceso fue la publicación de la Critica de la Razón Pura (1781) por el filosofo alemán Emmanuel Kant. En su obra, Kant lanza una dura crítica no solo a la filosofía aristotélica sino a toda la filosofía de su tiempo. Por medio de un análisis brillante, demostró que todos los argumentos racionales para probar la existencia de Dios no tenían ninguna validez. Según Kant, era imposible saber si Dios existe o no. La teología entró en crisis.

La época moderna presenta dos tendencias básicas en la teología protestante. La primera de ellas fue una reacción a la filosofía de Kant. Algunos teólogos alemanes del siglo XIX aceptaron esta filosofía como el punto de partida para la teología; entre otros podemos mencionar a Friedrich Schleiermarcher, Albert Ritschl y Adolf Harnack. Este fue el origen de la escuela “liberal” que abandono la orientación clásica en pos de una teología más “moderna”. Esta nueva corriente tuvo un impacto grande no solo en Alemania sino también en los demás países de Europa y en los Estados Unidos.

Una característica distintiva de los liberales fue su percepción de la Biblia. La Biblia fue aceptada como cualquier otro libro antiguo y fue analizada de tal manera. Durante el siglo XIX la ciencia tomo nuevos rumbos, especialmente en la biología (el evolucionismo de Charles Darwin); la psicología (el psicoanálisis de Freud); y las ciencias sociales (las obras de Karl Marx, Emile Durkheim y otros). Todo esto constituyo un desafío para la teología e impacto fuertemente la teología liberal.

Por otro lado, no todos los teólogos aceptaron el liberalismo. Algunos teólogos alemanes como Friedrich Tholuck y Martín Kahler; holandeses como Abraham Kuyper y Hermann Bavinck; los británicos como P.T. Forsyth y James Denney y los norteamericanos Charles Hodge y B.B. Warfield lo criticaron fuertemente y defendieron una teología conservadora, semejante a la teología de la Reforma pero con la finalidad del aristotelismo del siglo XVII.

La Iglesia Católica experimento también un movimiento liberal. Algunos de los pensadores más importantes de esta línea fueron Hernann Schell (Alemania); Alfred Loisy (Francia) y George Tyrrell (Inglaterra). Sin embargo, la Iglesia Católica experimento un renacimiento tradicional en el mismo siglo con el Concilio Vaticano II.

A principios del siglo XX hubo muchos debates entre teólogos conservadores y liberales. Después de la Primera Guerra Mundial apareció una “vía media” entre estas dos posturas. Karl Barth, pastor suizo de trasfondo liberal, rechazo el liberalismo después de estudiar profundamente la carta de Pablo a los Romanos. Desde su nueva postura re-estudio la teología de Lutero y Calvino. Barth fue también influido por los escritos de Soren Kierkegard, el filósofo cristiano danés del siglo XIX. En 1919 Barth publico su Comentario sobre la Epístola a los Romanos, el cual tuvo un impacto decisivo. La teología de Barth fue conocida mas tarde como la “Neo-ortodoxia”, pues a pesar de tener como base la teología de la Reforma, también utilizaba la crítica bíblica de la escuela liberal. La influencia de Kierkegard se aprecia más claramente en el énfasis que Barth hace en cuanto a la experiencia viviente de la persona en oposición a las categorías estáticas de Aristóteles o al idealismo de Platón. Hacia el final de su vida, Barth rechazó mucho de la filosofía de Kierkegard.

Los teólogos conservadores criticaban a los neo-ortodoxos por no mantener pura la teología reformada y también por aceptar la teología liberal. A pesar de esto, la teología neo-ortodoxa asesto un golpe mortal al liberalismo, de tal manera que después de la Segunda Guerra Mundial la teología liberal de los primeros años del siglo XX casi desapareció.

Durante los últimos treinta años del siglo XX la teología noratlantica entro en crisis. El teólogo alemán Rudolf Bultmann asumió ola postura liberal y proclamo la necesidad de “desmitologizar” la Escritura. Bultmann sostenía que la Biblia contenía muchos mitos, los cuales debían de ser expurgados de ella con el fin de encontrar el mensaje “real”. Paul Tillich, otro teólogo alemán fallecido en 1965, fue influido profundamente por la filosofía existencialista, la misma que inspiro a Kierkegard. Tanto Bultmann como Tillich se interesaron mas en los existencialistas modernos (Martín Heidegger y Jean Paul Sartre) que en las tendencias del siglo pasado. En los 50’ y 60’ surge la llamada “teología existencial”.

El existencialismo penetro también en la Iglesia Católica, especialmente a través del filosofo francés Gabriel Marcel. El jesuita Pierre Theilhard de Chardin vinculo la teología con algunas preocupaciones científicas. Su obra es muy fecunda en cuanto a la aplicación de la teología a la creación y a la naturaleza.

La teología católica experimento un cambio a partir del Concilio Vaticano II en 1962 convocado por el papa Juan XXIII. El dialogo entre católicos y protestantes es muy intenso desde entonces. La teología católica es muy vigorosa pero no tiene dirección especifica. A pesar de los intentos del papa Juan Pablo II en el área de evangelización, el rumbo católico no es muy definido. Nombres como Hans Kung y Karl Rahner (Alemania), Yves Congar (Francia) y Edward Schillebeeckx (Holanda) no han sido emulados aun.

La teología conservadora ha sido criticada por ser muy estática y por estar comprometida con el status de los países noratlanticos. Entre los teólogos protestantes del noratlantico de mayor influencia en la actualidad se encuentran Jurgen Moltmann y Wolfgart Pannemberg (Alemania); Hendrikus Berkhof y G.C. Berkouwer (Holanda). Entre los teólogos conservadores de habla inglesa cabe destacar a Leon Morris, Bernard Ramm, Gordon Fee y Anthony Thiselton. Pero hasta ahora no ha surgido nadie de la estatura de Barth o de Tillich o de los conservadores Hodge o Warfield. A pesar de tantos años de influencia mundial, la teología occidental sigue esperando a un nuevo Lutero.

2 Comments:

At 9:38 AM, Blogger Unknown said...

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At 9:39 AM, Blogger Unknown said...

Hola, mi nombre es Eduardo.
Este resumen está muy bueno. Me gustaría saber quién lo hizo, de que libro fue tomado o mencionar la bibliografia, para tener una referencia.
Gracias.

Eduardo Fritz H.

 

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